El testimonio de una empleada

Soy empleada de Clínicas DH desde septiembre de 2018. He sido auxiliar/recepcionista/técnico de láser/encargada del centro Clínicas DH de Madrid desde hace más de dos años, he estado cumpliendo el rol que anteriormente hacían entre dos y tres chicas. Me he encargado de abrir y cerrar el centro, de dar citas y atender a todos los pacientes, de que siempre hubiese material para realizar los tratamientos, de mantener el centro desinfectado y limpio, de organizar las agendas tanto del láser como de los tratamientos médico-estéticos, de llevar la facturación y de hacer todo lo necesario para que la clínica estuviese funcionando correctamente.

Cuando tuve la entrevista con el dueño y la encargada de zona estuve muy contenta por como se me planteaba que sería este trabajo, y porque tenía muchas ganas de aprender y de asumir responsabilidades, al aceptarme me dijeron que tendría otra compañera y que entre dos haríamos todas las funciones del centro. Al empezar y firmar un contrato, me avisaron de que habían cambios y sería yo sola temporalmente, se me prometió que tendría una compañera ya que había mucho trabajo, pero que momentáneamente hiciese un esfuerzo y lo realizara todo yo, y así lo hice, pero me dejaron siempre trabajando sola (salvo dos semanas que tuve otra compañera). 

Siempre me he esforzado por hacer todo lo que estaba entre mis manos para cubrir tres puestos de trabajo, y he hecho lo mejor que he podido hacerlo; en muchas ocasiones he trabajado en mi hora de comida, he llegado antes al centro o he salido horas más tarde para poder hacer frente a la cantidad de pacientes que habían, así me lo exigían mis jefes, me dijeron que pagarían esas horas complementarias (no lo han hecho). Desde el principio me pagaban con retrasos de muchos días, lo cual me afectaba y me perjudicaba al punto de no poder pagar el alquiler de mi casa, ni los servicios, ni mi comida, ni mis gastos personales, incluso he tenido que pagar penalizaciones por los recibos devueltos por impagos. Ha llegado a un punto en que he dejado de percibir mi sueldo de la empresa, y no me han enviado ninguna nomina desde hace más de un año,  he estado trabajando estando en ERTE porque así me exigieron, todo sin ninguna explicación por parte de mis jefes. 

Por todo el estrés que me han causado con esta situación, he perdido 7 kg y he tenido crisis de ansiedad, migrañas, problemas con el sueño, mucha tristeza y depresión. He tenido que acudir al médico al verme fatal y me ha recetado medicación para poder estar un poco mejor y recuperarme; he enviado mis partes médicos cada cita y no he recibido respuesta de ningún tipo. 

Desde el principio de mi trabajo he pedido que por favor me paguen a tiempo, y no lo han hecho, muchas veces he rogado por mi sueldo y me han “adelantado” menos de la mitad luego de insistirles mucho. He intentado dialogar, y me han ignorado, me han reducido la jornada sin avisarme con antelación, he pedido que me despidan ya que esas condiciones me perjudican y es su obligación, y no lo han hecho, he contratado a una abogada para que me ayudase y me asesorase y tampoco han respondido a las comunicaciones con ella, les he citado para dialogar y que me pongan en una situación correcta con el SEPE y no me perjudiquen, y no nos responden. 

Sigo contratada y me han bloqueado de nuestro medio habitual de comunicación, me he visto obligada a demandarles, y sigo sin recibir ni respuesta, ni el dinero que me deben por haber trabajado todos estos meses, ni tan si quiera me han avisado en que estado me encuentro en la empresa.

Soy una inmigrante que ha venido a España a buscarse la vida y a trabajar, lo único que pido es que se cumplan mis derechos, y sus responsabilidades, que me paguen todo el dinero que me deben, me envíen mis nóminas y que no afecten mi situación ni mis papeles, que dejen de aprovecharse de mi necesidad de trabajar y que no jueguen con mi comida ni con mi salud, que sean responsables y que valoren a sus trabajadores, que son quienes dan la cara al público y hacen posible el funcionamiento de sus clínicas.

Fuente: Google My Business